Ermita de Santibáñez de Esgueva, Sirena de dos colas
Las sirenas son criaturas legendarias (inicialmente híbridos de mujer y ave) que en la época clásica embelesaban con sus cantos a los marineros que dejanban de controlar el barco y se estrellan contra las rocas. En la imaginería griega y medieval se representaron como seres pisciformes de dos colas (correspondiendo a las dos piernas del ser humano). Las sirenas se utilizaron con regularidad durante todo el arte cristiano de la época medieval como un símbolo de la peligrosa tentación encarnada por las mujeres.
La ermita de San Salvador, en el término de Santibáñez de Esgueva, es una de las muchas construcciones románicas dispersas a lo largo del Valle del Esgueva, y tiene el encanto de las iglesias situadas en medio de la naturaleza rodeadas de monte y campos de labor.
Está construida con fábrica de sillería con elementos arquitectónicos de apreciable calidad técnica, siendo los relieves de los capiteles y canecillos más simples y rudos. Tiene una sola nave con la correspondiente cabecera y una portada abierta al muro meridional. El ábside lleva como elemento decorativo arquitos lombardos que apean alternativamente sobre esbeltas columnas. En el muro meridional hay una ventana tipo portada con sencillos capiteles y la portada que se articula con tres arquivoltas de medio punto, líneas de imposta destacadas y columnas con capiteles decorados, dos de ellos son figurados, uno parece un águila atrapando una serpiente, mientras que el otro tiene una pareja de arpías de claras reminiscencias silenses. En el interior, el arco triunfal apoya sobre dos columnas de interesantes capiteles, uno muestra unos cuadrúpedos muy toscamente esculpidos con larguísimas patas de aspecto primitivo, y el otro -muy interesante- representa una sirena de doble cola que cubre su cabeza con barbuquejo y está entre dos hombre que tocan un cuerno de caza.
Su construcción, considerando cierto primitivismo de algunos detalles, se ha fechado en los mediados del siglo XII. Sin embargo, el capitel de la puerta con bestias silenses y el guardapolvos de puntas de diamante corresponden a finales de esa centuria, desconociendo si la portada fue construida posteriormente.
(Información obtenida de www.arteguias.com)
157863
Ermita de Santibáñez de Esgueva, Sirena de dos colas
Las sirenas son criaturas legendarias (inicialmente híbridos de mujer y ave) que en la época clásica embelesaban con sus cantos a los marineros que dejanban de controlar el barco y se estrellan contra las rocas. En la imaginería griega y medieval se representaron como seres pisciformes de dos colas (correspondiendo a las dos piernas del ser humano). Las sirenas se utilizaron con regularidad durante todo el arte cristiano de la época medieval como un símbolo de la peligrosa tentación encarnada por las mujeres.
La ermita de San Salvador, en el término de Santibáñez de Esgueva, es una de las muchas construcciones románicas dispersas a lo largo del Valle del Esgueva, y tiene el encanto de las iglesias situadas en medio de la naturaleza rodeadas de monte y campos de labor.
Está construida con fábrica de sillería con elementos arquitectónicos de apreciable calidad técnica, siendo los relieves de los capiteles y canecillos más simples y rudos. Tiene una sola nave con la correspondiente cabecera y una portada abierta al muro meridional. El ábside lleva como elemento decorativo arquitos lombardos que apean alternativamente sobre esbeltas columnas. En el muro meridional hay una ventana tipo portada con sencillos capiteles y la portada que se articula con tres arquivoltas de medio punto, líneas de imposta destacadas y columnas con capiteles decorados, dos de ellos son figurados, uno parece un águila atrapando una serpiente, mientras que el otro tiene una pareja de arpías de claras reminiscencias silenses. En el interior, el arco triunfal apoya sobre dos columnas de interesantes capiteles, uno muestra unos cuadrúpedos muy toscamente esculpidos con larguísimas patas de aspecto primitivo, y el otro -muy interesante- representa una sirena de doble cola que cubre su cabeza con barbuquejo y está entre dos hombre que tocan un cuerno de caza.
Su construcción, considerando cierto primitivismo de algunos detalles, se ha fechado en los mediados del siglo XII. Sin embargo, el capitel de la puerta con bestias silenses y el guardapolvos de puntas de diamante corresponden a finales de esa centuria, desconociendo si la portada fue construida posteriormente.
(Información obtenida de www.arteguias.com)
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