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102 Catedral de la Almudena (Madrid)

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Jose Alejandro de la Orden is a group administrator Jose Alejandro de la Orden says:

CATEDRAL DE LA ALMUDENA, MADRID


Altar del crucero con la tumba de la Reina Maria de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII
Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes



Altar del crucero con la tumba de la Reina Maria de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII
Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes



Altar del crucero con la tumba de la Reina Maria de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII
Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes


Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes



La tumba de la Reina Maria de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII
Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes




La tumba de la Reina Maria de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII
Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes



La tumba de la Reina Maria de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII
Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes



La tumba de la Reina Maria de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII
Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes



La tumba de la Reina Maria de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII
Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes



La tumba de la Reina Maria de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII
MARIA DE LAS MERCEDES, DE ALFONSO XII DULCÍSIMA ESPOSA
Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes




La tumba de la Reina Maria de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII
Detalle del Escudo, en donde figuran las armas de España, por su esposo (simplificadas con las de Castilla y León), y las de Orleáns, por su padre el duque de Montpensier
(las flores de lis de los Borbones, con un lambel en el jefe)
Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes



La tumba de la Reina Maria de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII
Detalle del Escudo, en donde figuran las armas de España, por su esposo (simplificadas con las de Castilla y León), y las de Orleáns, por su padre el duque de Montpensier
(las flores de lis de los Borbones, con un lambel en el jefe)
Madrid - Catedral de la Almudena - Tumba de la Reina Maria de las Mercedes



UNA REINA MADRILEÑA

A continuación inserto el texto del libro de la referencia que puede explicar mejor que yo quien era le Reina Mercedes
La Catedral de la Almudena, Guia practica e ilustrada
Pedro Calleja Martin
Ediciones La Librería, Madrid, 2002

Doña María de las Mercedes de Orleáns "de Alfonso XII su dulcísima esposa" tal y como reza la lápida instalada en la Catedral. Situada bajo el altar de la Patrona, en el testero de poniente, donde el marqués de Cubas proyectó su monumento funerario, donde hoy se alza el santuario de la Santísima Virgen de la Almudena, a cuyos pies descansa para siempre esta hija predilecta de Madrid.

La popular Reina Mercedes, con su historia entre leyenda y tragedia, llegó al mundo un día de San Juan, 24 de junio de 1860, en el Palacio Real de Madrid. Hija de una Infanta de España, doña Luisa Fernanda de Borbón, única hermana de Isabel II y un hijo del Rey de Francia, don Antonio de Orleáns, duque de Montpensier, mal visto por la Corte por conspirar en más de una ocasión contra su cuñada la Reina, pretendiendo para sí mismo el trono de España.

La quinta hija de los duques de Montpensier, María de las Mercedes, fue bautizada al día siguiente de su nacimiento, dentro de un gran ritual digno de una Infanta, en la capilla de Palacio. El 18 de julio del mismo año, con apenas un mes desde su nacimiento, sale por vez primera de su real residencia, para siguiendo una tradición que llega a nuestros días, visitar y ser presentada a la Patrona de la Corte, Nuestra Señora de Atocha.

Su infancia, la pasa junto a sus padres y hermanos en Sevilla, viajando a la corte de Madrid en vacaciones, hasta que el exilio de la Familia Real, la lleva a residir primero en Lisboa y después a París, donde recibe la comunión, a los 12 años. Hasta su vuelta a Madrid, tras la restauración de la monarquía, instalándose nuevamente en el Palacio Real, en el ala que da al Campo del Moro.

La mala relación entre su padre y su tía la Reina Isabel II, lleva a la familia a regresar al Palacio de San Telmo en Sevilla, donde llevará con ella el secreto de un amor, que surgió en las pasadas navidades en París, su primo Alfonso.

Cartas de amor que van y vienen, mientras en la sombra, la Reina Isabel cuyos recelos hacia el duque de Montpensier la convertirán en una dura oposición al matrimonio de los dos reales enamorados, cuya historia de amor, casi imposible, había cautivado por entero al pueblo de Madrid.

Pese a todo el Rey Alfonso XII, consiguió los permisos oportunos para casarse con su amada prima, cuyo matrimonio se celebró un 23 de enero de 1878 en la Real Basílica de Atocha, entre grandes muestras de júbilo por parte de los madrileños.

La nueva reina de España, única hasta el momento que nació y murió en Madrid, atendía sus deberes de soberana y acogió entusiasmada la idea de un gran templo para cobijar a su querida Patrona, que también contó con la simpatía de su suegra la Reina Isabel, quién donó para ello parte de sus joyas. La Reina Mercedes cedió para tal fin los terrenos adyacentes a la plaza de la Armería, así desde su ventana podría cada día divisar la silueta del templo.

La Reina quería tener cerca a la Almudena, pero la Virgen quiso que esa cercanía fuese mayor, dejando su Madrid para partir al Cielo a los dieciocho años de edad, un 27 de junio de 1878. Siendo enterrada entre grandes muestras de dolor por parte del pueblo, en la Basílica de San Lorenzo del Escorial, hasta la culminación de la Catedral de Madrid, donde quiso el Rey Alfonso XII descansara eternamente. Ese "ángel que está en el cielo" como a ella se refirió el día de la bendición de la primera piedra y donde se encuentra definitivamente desde el 8 de noviembre de 2000, Año Santo Jubilar.

Una fría mañana del otoño madrileño, envolvía la Villa cuando las campanas de la Almudena, doblaban, si cabe haciendo más fría la jornada que bien podemos denominar de histórica.

Tras un breve responso del prior del Real Monasterio del Escorial, Rvdo. Fray Fermín Fernández Bienzobas y dos salmos de despedida, por parte de la escolanía escurialense, los restos mortales de la Reina del pueblo, dejaban atrás la Capilla de San Juan, en la Basílica de San Lorenzo, camino de Madrid, tras 122 años de su partida en olor de multitudes.

En este último viaje, acompañaron a la Reina, el vizconde de Almansa, Jefe de la Casa Real y el duque de San Carlos, presidente de Patrimonio Nacional. A las puertas de la Catedral, con el Real Palacio como testigo de excepción, seis Guardas Reales, introducían el féretro, por la puerta de la Santísima Trinidad, principal del templo.

En el interior, el Deán-Presidente del Cabildo Catedral, se hizo cargo de los restos de María de las Mercedes; que fueron inhumados, bajo el altar de su Virgen y Patrona, Santa María la Real de la Almudena, engalanada para la ocasión con las ricas coronas, regalo de su pueblo, para su coronación, los bastones de Alcaldesa y Regidora Mayor de la Villa y la Medalla de Oro de la cofradía madrileña del Gran Poder y la Esperanza, prendida en su fajín, que le fue impuesta e121 de junio de 1998, dentro de los actos conmemorativos del Cincuentenario de su Coronación Canónica (1948-1998), cuyo acto central contó con la regia presencia de la Familia Real en pleno.

Entre los asistentes al funeral por la esposa de Alfonso XII, que abarrotaban la Catedral, se encontraban dos presencias muy significativas. La primera, la del periodista y director del ABC y después de La Razón, don Luis María Ansón, que siempre apoyó desde la prensa el traslado de la Reina, siguiendo la voluntad del Rey Alfonso, saldando así la ciudad de Madrid la deuda que tenía con ella. Otra significativa presencia, era la de algunos miembros de la Real e Ilustre Congregación de Esclavos de la Almudena, asociación que se dirigió a la entonces Soberana, para solicitar su apoyo a la construcción de un templo en honor de la Patrona de Madrid. Por ello, como dato testimonial, el estandarte de dicha congregación, presidió en la Sacristía Mayor, la firma de documentos entre el Patrimonio Nacional y el Cabildo de la Catedral, en presencia del Ministro de Justicia, que actuó como albacea. Una asistencia que despertó las simpatías del pueblo de Madrid, fue la de la actriz Paquita Rico, madrileña de corazón, que llevó a la pantalla la vida de la Reina, por ello tan popular y que como el resto de ciudadanos, no quiso perderse tan emotivo momento.

El solemne funeral, estuvo presidido por los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía a los que acompañaban la Infanta doña Elena, los duques de Calabria, el Presidente del Gobierno y el de la Comunidad Autónoma de Madrid, el Alcalde de la Villa y el Ministro de Justicia.

En el recuerdo de todos, a buen seguro, también de los monarcas, el de otra María de las Mercedes, la condesa de Barcelona cuyo fallecimiento, nueve meses antes, la privó de ser testigo presencial de este acto tan esperado por ella, tanto como madrileña como por pariente directo de la Reina a la que los madrileños llamaban "carita de cielo".

Cuántas soberanas, como doña María de las Mercedes, demostraron en más de una ocasión una ferviente devoción por la Virgen de la Almudena, desde la Reina Berenguela (madre de Fernando III el Santo) a Isabel la Católica, que celebró las cortes en diferentes ocasiones ante la Señora. Doña Margarita de Austria, doña Isabel de Borbón, quizá la que más lo demostró, doña Mariana de Austria, que la entregó el rico vestido que lució en su entrada a Madrid, doña Mª Luisa de Orleáns, doña Mª Cristina de Borbón, cuarta esposa de Fernando VII y madre de la reina Isabel II, cuya familia siempre demostró una particular devoción por la Almudena.

Su hija María Paz, le compuso varios poemas y una plegaria musical; su hermana la Infanta Isabel, más conocida en Madrid como la Chata, cuyo exilio le costó la vida, siendo desconsoladamente llorada por los madrileños, a quienes dicen, entregó su alma, fue también muy devota de la Almudena. La Infanta María Teresa, hermana de Alfonso XIII, fundó la Corte de Honor para acompañar a la Patrona y otra Infanta muy anterior en el tiempo, doña Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, estaba tan enamorada de la Almudena, que pretendió llevársela consigo a Flandes, cuando partió de Madrid, teniendo que conformarse con una réplica.

Muchos más miembros de la monarquía española se acercaron hasta la Virgen de la Almudena, rendidos de devoción, a la que colmaron de cariño y favores. Una reina de los Belgas, la madrileña doña Fabiola de Mora y Aragón, se acercó hasta su Patrona, antes de partir hacia Bruselas, para contraer matrimonio con el Rey Balduino el 16 de diciembre de 1960, con su ofrenda floral para despedirse de la Señora y con ella de Madrid. La Reina María de las Mercedes, compartió la devoción de sus antepasados, siendo toda de María, firmando siempre con las iniciales H. M. Hija de María, como también lo era de los pobres y de Madrid, tal y como lo manifestó el Cardenal Rouco Varela, durante su homilía.

El acto finalizó con la bendición de la lápida funeraria por parte del Cardenal Arzobispo de Madrid, con ello ya siempre ligada a la Catedral de la Almudena, la Soberana con uno de los reinados más cortos de la historia de las reinas de España (tan sólo cinco meses) y una de las leyendas más dilatadas y sentidas por el pueblo de Madrid.
3:20AM, 26 July 2008 PDT (permalink)

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